¿Cómo podemos comprender la ansiedad?
Actualmente se habla mucho acerca de la ansiedad, y sin lugar a dudas, se ha convertido en uno de los trastornos con mayor incidencia en la población, tomando en cuenta el amplio el espectro de trastornos de ansiedad, con sus múltiples manifestaciones. Sin embargo, es fundamental comprender que la ansiedad, ante todo es una emoción, no una enfermedad, como a veces se concibe.
Podríamos decir que la ansiedad es una emoción, que conecta con el miedo, pero a diferencia de éste, en donde podemos determinar el estímulo que lo genera, en el caso de la ansiedad, la mayor parte del tiempo no podemos determinar la causa, y más bien se relaciona con la sensación de incertidumbre y de angustia.
La ansiedad puede manifestarse en diferentes niveles, y cuando es alta su intensidad, podría presentarse una crisis de pánico, que es un punto extremo de angustia, con múltiples síntomas físicos, que pueden variar, pero están relacionados con la sobreactivación del sistema nervioso, producto del miedo. Algunos síntomas pueden ser hiperventilación, taquicardia, temblores, mareo, descompensación, entre otros. Por esto la ansiedad es una emoción que genera una alta molestia, tanto a nivel físico, como mental y emocional.
Sin embargo, se podría decir que ante ciertas situaciones que atravesamos podemos sentir ansiedad, pero se convierte en un problema cuando estas sensaciones se vuelven cada vez más persistentes, llegando a afectar en muchos casos, el disfrute de la vida cotidiana, con secuelas tanto a nivel laboral, personal e interpersonal.
Se habla mucho de “control de la ansiedad”, sin embargo, las personas que tratan de “controlarla”, casi siempre se topan con la realidad de que se vuelve una tarea frustrante, y que más bien se incentivan muchas de las molestias, y hace sentir a quien la sufre impotente de lograr cambiar su propia situación, y más aún, escapa a entender de dónde proviene o por qué se siente de esa forma, lo que genera un ciclo de retroalimentación de la ansiedad. Otra de las estrategias comúnmente propuestas es que se “distraigan”, “piense en otra cosa” o “haga alguna actividad”, lo que sea, con tal de evadir la sensación molesta de la ansiedad. Nada de esto, logra el propósito de dejar de sentir
la molestia y la angustia que aqueja a la persona.
Cuando comprendemos que la ansiedad es una emoción que está relacionada con un “algo más”, que nos habla de lo emocional, podríamos verla como un síntoma que nos guía hacia la molestia o angustia. La ansiedad se presenta como una serie de síntomas físicos desconectados de lo emocional; esta integración es clave para poder ampliar la comprensión y dar luz.
Es este el fin de la psicoterapia, que facilita dar sentido al malestar. Poder comprender con qué conecta la angustia, permite dar sentido y ampliar la comprensión de sí mismo, y por ende da una mejor salida a la angustia, y en forma natural disminuyen los síntomas de ansiedad.
En muchos casos, se requiere el tratamiento de medicación, para ayudar a disminuir algunos de los síntomas, con el adecuado seguimiento por parte del especialista en Psiquiatría. Sin embargo, también es necesario, en forma paralela, el seguimiento del proceso psicoterapéutico, para profundizar en las raíces emocionales de los síntomas de ansiedad, y generar una mejor comprensión de la vivencia subjetiva y una mayor integración.
Por tanto, cuando una persona siente ansiedad en forma persistente, es importante que busque ayuda profesional. Existe el mito de que “con el tiempo se le va a ir pasando”, o a “fuerza de voluntad lo logre superar”, sin embargo, mientras más tiempo pase sin intervención adecuada, el problema se va a agravar y a consolidar en forma más consistente. Esto nos habla de una posición de “sufrir”, “aguantar” o de “sacrificio”, que muchas veces se incentiva a nivel social, invalidando los sentimientos y molestias de la persona que sufre.
Podemos apoyar desde la comprensión de que la ansiedad, es “algo” que la persona siente por alguna razón, aunque muchas veces no es evidente, y desde esta perspectiva, podemos validar que se sienta de esa forma, ayudar a que busque apoyo profesional, no es necesario sufrir en silencio y aguantar. El proceso de psicoterapia, no solo le puede ayudar a sentir una mejora de los síntomas de ansiedad, sino también un mayor crecimiento personal y autoconocimiento, que deriva en una mayor satisfacción.
Licda. Karol Navarro Salazar, Psicóloga Clínica