Te has dado cuenta que la vida sin estrés no es vida, no es posible! Ya que lo necesitamos. Si lo necesitamos para levantarnos cada día: para divertirnos, trabajar, estudiar… para accionar en defensa de la vida, salir corriendo o al contrario detenernos si es necesario.
Ten presente que el estrés es parte de ser personas, existe en nosotros y en “dosis adecuadas” nos permite sobre llevar el día a día.
Y te podrás sorprender y hasta cuestionar ¿cómo es que lo necesito si me hace daño? Bueno lo que te hace daño es el exceso que se manifiesta por el inadecuado control y el poco o nulo manejo de las situaciones estresantes.
¿Entonces por dónde empezar? Por reconocer cómo me siento, cómo reacciono, cuánto tiempo paso en ese estado y ante qué situaciones, personas, relaciones, mi estrés se eleva de forma tal que me enferma.
Lo anterior es posible poniendo mayor atención a aquellos momentos o “picos” asociados a situaciones, relaciones, quehaceres… en los que mi cuerpo y mi mente reaccionan con malestar físico y mental, impidiendo mi desarrollo de actividades cotidianas en condiciones saludables, motivantes y gratificantes.
Entender que el estrés es una reacción tanto frente a las situaciones de la vida diaria como ante aquellas que significan cambio, o que ocurren de forma extraordinaria (caso de la pandemia), posibilita el manejo y la adopción de formas saludables para aliviarlo, y acá pongo énfasis, ¡formas saludables! Porque algunas de las que llevamos a cabo no lo son, no suman al bienestar que anhelamos ni a la tranquilidad que buscamos; por eso hay que prestar atención al fumado, a las bebidas alcohólicas, a las horas de sueño, a la cantidad y el tipo de comidas, a la falta de actividad física, al humor, a las emociones y a las reacciones que estamos teniendo.
Y finalmente, pero no menos importante como la experiencia del estrés no es igual en todas las personas trata siempre de identificar qué es lo que te sirve a vos, antes de aplicar lo que otras personas están haciendo. Recuerda que la “automedicación” no es un buen ejercicio y nunca da los resultados esperados, por eso ante el estrés partimos de la toma de conciencia y la identificación de los propios estresores para dar pasos firmes hacia un mejor manejo; ten presente que pedir ayuda de una persona profesional en psicología, si es una buena práctica contra el estrés.
Licda. Ingrid Naranjo Ugarte, Psicóloga.