Aprende cómo reconocer y regular tus emociones
Las emociones son como un “motor” que nos invitan a la acción, para sobrevivir y adaptarnos. No son nuestras enemigas, sino aliadas con quienes tenemos que sentarnos a conversar y escuchar.
Por tanto, las emociones tienen un mensaje para nosotros que debemos comprender para tomar decisiones.
Tener conciencia emocional implica saber identificar, nombrar y expresar las emociones, y esto es un proceso de aprendizaje que adquirimos o debimos adquirir desde edades tempranas.
Es decir ¿Cómo nos enseñaron a afrontar el miedo? ¿Qué nos decían sobre el enojo? ¿Qué valor le asignaban a la tristeza? ¿Elogiaban mis logros? ¿Estimulaban mi curiosidad y sorpresa? ¿Qué hacían cuando estaba feliz?
Las experiencias previas son como una brújula calibrada o que debemos calibrar hoy.
Usamos la expresión “SPA” para ayudarnos a organizar la experiencia: Sentir-Pensar-Actuar. Esto es conciencia emocional.
¿Cómo funciona el SPA? Nuestro sistema sensorial percibe el entorno y le damos un valor o interpretación subjetiva mediante mecanismos para procesar la información, esto al mismo tiempo nos activa a nivel fisiológico, corporal y nos prepara para la acción: Afrontar o huir, y en otros casos no adaptativos nos paraliza o congela.
Saber qué hacer en un momento determinado se relaciona con la regulación emocional.
Actuar desde la desregulación emocional provoca aislamiento, ataque hacia mí u otras personas, negación y protesta, y esto hace que nuestras relaciones personales e interpersonales sean desorganizadas.
Actuar con regulación emocional implica estar conscientes de lo que sentimos, hacer pausas activas para procesar la información, someter la experiencia sentida a un proceso de toma de decisiones, personalmente tener seguridad y la capacidad de confiar.
Ante emociones intensas y desorganizadas, tendientes a la desregulación, usamos la expresión PPA: Parar-Pensar-Actuar. Esto es regulación emocional.
¿Cómo funciona el PPA? Creamos mentalmente una señal de stop u alto para detenernos. En esa pausa activa buscamos otras formas alternativas de interpretar la situación. Nos enfriamos, invitamos la calma, y logrando este estado de serenidad valoramos las opciones. Esto es algo que puede pasar en segundos, minutos u horas según la inversión previa que cada persona realiza diariamente a favor de la salud mental.
Ante lo último indicado, una analogía: Todos los días, entre tres a cinco veces realizamos acciones de salud bucodental ¿Cuántas acciones diarias hacemos a favor de la salud mental?
Al respecto, algunas recomendaciones son:
- Busque ayuda con profesionales en psicología para tomar conciencia y regular las emociones.
- Practique diariamente mindfulness.
- Estimule diariamente el autocuidado.
En la infancia pude o no aprender sobre la conciencia y regulación emocional. Esto influye pero no nos determina. Hoy podemos conocer sobre las emociones, gestionarlas y desarrollar habilidades para conectar con el autoconocimiento y la comprensión de otras personas. Es la hora de la salud mental.
Dr. Sender Herrera Sibaja Psicólogo